El fenómeno Barbie llamó la atención a muchos investigadores. Es así que se realizaron estudios que elevaron el modelo de cuerpo de la muñeca a dimensiones humanas lo que deparó curiosas conclusiones antropométricas. La “Barbie humana” mediría 1.80 m, pesaría 49 kilos y sus medidas serían 95-45-82.
Una mujer real debería sufrir algunas transformaciones para adecuarse a ese modelo:
- Crecer 60 cm por encima de la estatura promedio.
- Alargar su cuello 8 cm.
- Reducir el perímetro de su cintura 15 cm.
- Incrementar la medida del busto en 13 cm.
Un hombre real necesitaría para responder al modelo Ken:
- Crecer 50 cm
- Engrosar el cuello 20 cm
- Aumentar el perímetro del tórax 30 cm
Para lograr estas transformaciones habría que encontrar soluciones a algunas barreras fisiológicas que impone la anatomía humana normal. Vencer la resistencia ósea y muscular. El intestino no entraría en un abdomen tan estrecho por lo que sería necesario cortarlo. Eso ocasionaría permanentes diarreas, síndrome de malabsorción y desnutrición crónica.
Se calcula que –incluso apelando a cirugías mutilantes- sólo unas 100 personas, entre los 6000 millones que hoy habitan el planeta, podrían lograr estos objetivos. Esa probabilidad es para un cuerpo Barbie de 1 en 100.000 personas y para Ken –algo más realista- de sólo 1 en 50. Desde este punto de vista podría afirmarse que Barbie es un “monstruo” muy alejado del modelo antropomórfico que se supone representa.
1 comentario:
woooww es increible ver que algo nos gusta tanto y saber las concecuensias y su irrealidad .
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