sábado, 19 de abril de 2008

Aprendiendo a ser felices. Seligman

Martin Seligman es profesor de psicología en la Universidad de Pennsylvania en Estados Unidos. Con sus innovadores trabajos, Seligman ha contribuido a esclarecer las causas de la depresión. En la actualidad es mundialmente famoso por ser el mayor impulsor de la denominada Psicología Positiva.

Recientemente, ha sido entrevistado por Eduard Punset para el programa "Redes"; el resultado de esta entrevista no tiene desperdicio, aún así, destaco los puntos que encuentro más significativos de su intervención:

...El dinero puede comprar la felicidad si se es extremadamente pobre, pero una vez que se está por encima de los mínimos ... el aumento de riqueza tiene muy poca relación con el aumento de satisfacción con la vida ... Si piensas que se pueden perder 3 fines de semana al año de estar con la familia por ganar 8.000 euros no vale la pena. Se obtiene más satisfacción en la vida pasando los tres fines de semana en casa tranquilamente. O sea que sorprendentemente el dinero es un sistema muy débil. La salud también está considerada como muy importante. Pero resulta que no parece que importe mucho en la satisfacción en la vida. Incluso gente con problemas serios de salud, como problemas de ataques al corazón o cáncer, tienen por lo general tanta satisfacción en la vida como la gente con buena salud.

¿Qué es lo que sí importa? La clave de lo que estoy diciendo es que estos factores externos – políticos y económicos - no ayudan mucho. De hecho un buen ejemplo es que nuestro lavavajillas se estropeó hace algunos meses y compramos uno muy bueno y carísimo. Los dos primeros lavados me hicieron muy feliz, porque podía ver los platos muy limpios, pero luego dejé de apreciarlo hasta que se estropeó. Y entonces la única emoción que tuve era la de estar muy poco contento. Es decir que muchas cosas en las que gastamos dinero no aportan la felicidad. ¿Qué tipo de cosas del mundo externo lo hacen? Vivir en una democracia está relacionado con la satisfacción de la vida...

He pasado los últimos siete años preguntándome si hay algo que pueda hacer que las personas sean de forma duradera más felices. Y la respuesta es sí, y te daré algunos ejemplos ¿Recuerdas que he dicho que teníamos: la vida agradable – que es tener más emociones positivas -, la vida comprometida – que es tener más flujo en la vida -, y la vida significativa? Vamos a verlas de una en una.

Para la emoción positiva el ejercicio para esta noche es que antes de irse a la cama hoy, y durante los próximos siete días, tienes que escribir tres cosas que han ido bien durante el día y el por qué han ido bien. Eso es todo. Y el resultado es que es algo contagioso, y una vez que se ha acabado el ejercicio se sigue haciendo, y a los seis meses la gente que hace esto está mucho menos deprimida y mucho más feliz. Esta es una intervención muy simple que funciona; según nuestros datos se ha demostrado que tiene para la depresión un efecto mayor que la terapia cognitiva y que la medicación.

El segundo ejercicio: éste está relacionado con las fuerzas, y con la fuerza del agradecimiento. En nuestros datos, de todas las fuerzas que hemos analizado ha aparecido el agradecimiento como el correlativo más fuerte de la satisfacción en la vida. aquí tenemos el ejercicio para esta noche y quizá para las dos semanas próximas. Quiero que pienses en alguien que está vivo que ha hecho algo por ti que es increíblemente importante y nunca se lo has agradecido lo suficiente ¿Ya has pensado en alguien?
Eduard Punset: Sí, ya lo tengo.

Martin Seligman: Vale, pues lo que quiero que hagas durante la semana que viene es redactar un escrito de unas 300 palabras en que aparezcan palabras concretas que la persona dijo, y cómo te afectó, en qué situación estabas y la influencia que tuvo en tu vida, y en qué situación estás ahora. Esa es la primera parte, la segunda parte es llamarla por teléfono en Barcelona y decirle que quieres ir a visitarla, pero sin decirle el motivo. Finalmente hay que ir a su casa y leer en voz alta el escrito.

Eduard Punset: Díos mío eso es muy difícil.

Martin Seligman: Una vez más se ha demostrado por estudios de placebo controlados en ejercicios aleatorios que esto hace a la gente mucho más feliz y mucho menos deprimida. Y esto dura por lo menos un mes después del ejercicio. Hay ejercicios que pueden aumentar la vida placentera y la vida comprometida. También hay ejercicios que pueden aumentar la cantidad de significado que tiene la vida. Aquí tenemos uno muy simple que a menudo hago con mis estudiantes: la semana que viene haz algo que sea divertido, pero también algo que sea altruista, filantrópico. Cuando hacemos esto se produce una regularidad muy interesante. Al hacer algo divertido, como masturbarse, o mirar la TV, o ir de tiendas, cuando se ha terminado es el final. Pero cuando se hace algo filantrópico, sucede algo muy diferente. Con uno de mis estudiantes sucedió que su sobrino necesitaba unas clases particulares de aritmética, y le llamó por teléfono. Es decir que se pasó 2 horas explicándole algo de aritmética por teléfono. Y dijo que después de esto se sintió mejor durante el resto del día, decía que “podía escuchar mejor a la gente, estaba más dulce” y que la gente lo quería más.

...Es muy interesante en personas a las que no les gusta su trabajo, que lo encuentran tedioso y aburrido; pero ¿qué se puede hacer cuando se tiene un trabajo tedioso para conseguir más compromiso? Bueno voy a darte uno de los cientos de ejemplos que existen. Una señora trabajaba poniendo las compras de un supermercado en bolsas, y no le gustaba. Trabajamos juntos sus puntos fuertes y se dio cuenta de que su punto fuerte era la inteligencia social, y decidió que además de poner las compras en bolsas haría que el intercambio que tenía el cliente con ella sería el momento social más especial del día de cada cliente con el que trataba. Es decir que aprovechó su punto fuerte y lo utilizó constantemente en su trabajo, y transformó su trabajo, de ser físicamente laborioso y aburrido, en un trabajo que le encantaba. El algoritmo general aquí es que si se pueden encontrar cuáles son los puntos fuertes y se utilizan de una forma nueva con la gente que quieres, con el trabajo, con las amistades, con los hijos, etc. lo que se obtiene es una vida más comprometida.


viernes, 11 de abril de 2008

Día Mundial del Parkinson

Desde que así lo declarara la Organización Mundial de la Salud (OMS) hace ya más de una década, el 11 de abril se celebra el Día Mundial del Parkinson.

La Enfermedad de Parkinson (EP) es un trastorno neurológico, crónico y degenerativo que afecta al sistema nervioso central, ocasionando pérdidas de control del movimiento, rigidez muscular y problemas de equilibrio y coordinación. Desde que fuera descrita por primera vez hace casi 200 años por el médico inglés James Parkinson y denominada "parálisis agitante", son todavía muchas las incógnitas que giran en torno a esta enfermedad que tiene su origen en la degeneración y muerte de las neuronas dopaminérgicas del tronco cerebral.

Desde el punto de vista epidemiológico, la EP es, después del Alzheimer, la segunda enfermedad neurodegenerativa en prevalencia e incidencia, afectando a 2 de cada 1.000 personas en todo el mundo. En nuestro país y según datos de la Federación Española de Parkinson, alrededor de 100.000 personas están afectadas por esta patología. Se ha convertido en la segunda enfermedad degenerativa más frecuente entre los mayores de 65 años, sin diferencias en función del género, aunque con un ligero predominio en los hombres. No obstante, en la actualidad es cada vez mayor el número de afectados en edades más jóvenes, especialmente a partir de los 40 años.

Los síntomas que mejor caracterizan la EP son el temblor en reposo, la lentitud de movimiento, la rigidez o aumento del tono muscular o los trastornos posturales, entre otros. Sin embargo, estos no son los únicos síntomas asociados a la enfermedad. La depresión o el deterioro cognitivo ocasionan en igual o mayor medida diferentes grados de discapacidad y dependencia en el paciente afectado y repercuten negativamente en su calidad de vida. De hecho, se calcula que entre el 40% y el 60% de los pacientes con Parkinson sufren depresión en algún momento de su enfermedad y entre el 10% y el 20% de los afectados de edad avanzada experimentan algún tipo de demencia. Por tanto, en fases avanzadas de la enfermedad, tal y como ocurre en otras patologías degenerativas, las personas afectadas por el Parkinson experimentan, aunque no siempre, una creciente discapacidad que les invalida para realizar las actividades de la vida cotidiana; lo que exige la implicación de un cuidador que es, en la mayoría de las ocasiones, un familiar cercano del enfermo.

Es una enfermedad de la que todavía poco se sabe acerca de su tratamiento curativo, por lo que todos los esfuerzos con estos enfermos deben ir dirigidos a prevenir, en la medida de lo posible y desde un abordaje integral y multidisciplinar, el empeoramiento de su sintomatología. Se sabe que disminuir el nivel de estrés, además de elevar su estado de ánimo, habitualmente bajo y tendente a la depresión, deviene fundamental con estos afectados. También lo es el apoyo psicológico a la hora de afrontar una enfermedad que puede resultar invalidante y a ayudar al enfermo y su familia a convivir con el Parkinson.

En un cerebro normal, los niveles de dopamina y acetilcolina, se encuentran en equilibrio e igualados en sus funciones inhibitorias y excitatorias. Cuando se reducen los niveles de dopamina, se rompe dicho equilibrio pues la acetilcolina comienza a tener un exceso en su actividad excitatoria, lo que provoca enfermedad de Parkinson.

Fuente: Infocop y guiasdeneuro.com.ar